Nuestra voz interior influye directamente en nuestra autoestima. Transitando del diálogo crítico hacia uno compasivo, podemos transformar nuestra relación con nosotros mismos.
En un jardín cubierto de flores majestuosas, una pequeña semilla yacía bajo la tierra. No sabía quién era ni por qué estaba allí. Un día, cansada de la oscuridad, la semilla preguntó al viento: "¿Qué soy?" "Eres algo muy valioso", susurró el viento, "pero solo tú puedes descubrirlo".